21 Nov Sobre la psicología perinatal
Quizás te suena de algo el término perinatal, sobre todo si eres mujer y has tenido hijas o hijos.
En los últimos años ha tenido algo más de reconocimiento, pero aun falta mucha luz por poner en sus grandes aportaciones.
Como psicóloga perinatal, los aportes que está ha hecho en mi forma de acompañar los procesos terapéuticos en mi consulta, van mucho más allá de atender mujeres embarazadas, duelos perinatales, puerperios, partos traumáticos, promoción del vínculo, etc. (que también, faltaría más). Me ha regalado una sensibilidad hacía una etapa de la vida de toda persona. Esto se traduce en darle la importancia y el valor adecuado a cómo fue la concepción, la vida intrauterina, el nacimiento y primeros momentos, meses y años de vida de cada persona, y cómo esas vivencias pueden influir en su presente adulto.
En mi consulta acompaño:
- Embarazos deseados y no deseados.
- Duelos por pérdidas perinatales o neonatales.
- Duelos por maternidades que no llegan o no pueden ser.
- Procesos de reproducción asistida.
- Partos poderosos y partos traumáticos.
- Pospartos con dolor y pospartos amables.
- Puerperios oscuros y luminosos.
- Promoción y dificultades en el vínculo.
- Procesos de lactancia de todos los colores.
Y un largo etcétera relacionado con este periodo, cuando queremos ser madres o nos hacemos madres (digo madres porque son las que en su gran mayoría vienen a mi consulta, yo estoy disponible y encantada de acompañar a padres). Tanto desde la recuperación como desde la promoción de la salud.
Todo ello tiene como elemento común el deseo, la pérdida, la búsqueda o la llegada de un/a hijo/a. Esa otra personita (ya sea porque ha llegado físicamente o se haga presente por el deseo y la búsqueda) despierta heridas antiguas, abre grietas que escuecen y/o arroja dificultades al presente.
El hijo o la hija (encarnado o no) en gran medida es un reflejo de nosotras mismas.
Nosotras tenemos nuestra propia historia que es nuestra mucho antes de querer ser madre o de llegar a serlo.
Nosotras tenemos una historia primal, nosotras fuimos concebidas, gestadas, nosotras nacimos y nos nutrimos de cuerpo, de leche, de calor o de sus ausencias, y aquello que vivimos forma parte de la que hoy somos.
Por este motivo, para mi la psicología perinatal es una mirada a aplicar en todo proceso de terapia, sea la demanda un momento perinatal presente o no, así como se recoge y contempla la historia familiar o la infancia y adolescencia.
Además de lo nombrado antes, en mi consulta acompaño a personas que se encuentran en momentos de crisis vital por diversos motivos:
- Problemas de pareja
- Falta de autoestima.
- Dificultad para sentir bienestar.
- Miedos.
- Ansiedades.
- Desconexiones.
Y otro largo etcétera, tan largo como personas han pasado y pasan por mi consulta.
Con todas ellas aplico esa mirada perinatal, como un recurso más, reconociendo su poder y valor.
Se que a veces aparece la extrañeza cuando, ante por ejemplo un problema de ansiedad, exploramos la vida intrauterina o el nacimiento de esa persona, y también es cierto que muchas veces esos viajes a los inicios, nos regalan valiosísimos insight (darse cuenta interno).
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