Marina es una gran profesional. La conocí gracias a l'Espai Vida de Manresa y fue un gran descubrimiento. Ha sido y es un gran soporte durante todo este camino de la maternidad. Transmite mucha paz, amor y comprensión. Gracias Marina por todo el cariño que pones en tu trabajo y por hacernos sentir tan acompañadas.

Llegué a Marina buscando oxigeno después de un posparto duro y un primer año de maternidad donde me dediqué a surfear las olas sin permitirme escucharme ni priorizarme. Con ella aprendí a identificar y gestionar las emociones y valorar el camino que había hecho. A lo largo de los meses, me reconocí en mi nueva versión: más empoderada y segura de los pasos que iba haciendo. Su profesionalidad, el discurso empático que ofrece en todo momento y acompañamiento respetuoso y dulce, creo que son sus secretos.

Conocí a Marina hace 5 años cuando quise darme una última oportunidad yendo a terapia. No era mi primera vez, la experiencia anterior no había sido positiva y antes de acabar la primera sesión supe que con ella iba a ser diferente. Desde el primer día me he sentido escuchada, respetada y valorada, lo cual me ayudó a crear un vínculo muy especial que permitió abrirme para poder trabajar plenamente desde el fondo del alma. En todo este proceso ha sido esencial entender de dónde vengo para saber quién soy y sin su ayuda no hubiera sido posible. Marina lo pone muy fácil. Su persona es un pozo lleno de conocimientos que siempre está ahí para escucharte y acompañarte. Sin duda conocerla ha sido como un rayo de luz en mi vida.

El proceso terapéutico ha supuesto un antes y un después, gracias a la visión con perspectiva de género y la empatía que acompaña cada una de las sesiones, siento que dispongo de más recursos para seguir afrontando los retos que la vida nos presenta. Gracias Marina por enseñarme que en mi vulnerabilidad está mi gran fortaleza

Es un lugar en el que me he sentido cómoda para poder hablar y reforzada, en un ambiente íntimo. Siempre que salía de las sesiones estaba muy removida pero más confiada y con herramientas para entender lo que me pasaba. El espacio, las dinámicas que Marina hace e incluso su manera natural y franca de hablar, ayudan a crear un ambiente diferente y próximo, que invita a abrirse y a ser sincera, aunque duela, para encontrar o buscar mejor lo que hace sufrir. La recomiendo por la facilidad de las sesiones y la capacidad de adaptarse a la persona que tiene delante. Estoy mucho mejor, con ganas de escucharme y buscar, más dentro que fuera, todo lo que me llena.

Inicié las sesiones con Marina porqué la maternidad me generaba muchísimo miedo. En pocas sesiones Marina me ayudó a identificarlo, a atenderlo y a ser yo (y no el miedo) quien decido sobre la maternidad y lo que quiero que sea. Marina te entiende, respeta y atiende con todo el amor y profesionalidad del mundo. Es una maravilla.

Con su ayuda encontré dentro de mí los recursos que necesitaba y porque yo la vivo como próxima, acogedora, no invasiva, integradora, observadora e intuitiva y eso hace que una no se sienta intimidada o pavorosa ante la figura de la psicoterapeuta y lo que pueda ver dentro de tí.

Marina es profesionalidad. Trabaja desde el equilibro, desde el lugar que hay entre la ciencia y el sentir. El entorno seguro, cálido y sereno. La escucha en profundidad, la voz del corazón y la rigurosidad. Hacer proceso de su mano me ha supuesto un respiro y también caminar con firmeza. Su mano me ha acompañado el camino que yo he escogido. Bien, en presente, porque así sigue siendo.

Marina me ha acompañado a lo largo de un tratamiento de fertilidad, durante el embarazo y ahora en el postparto. Su acompañamiento ha sido muy importante para mí. Junto a ella hemos ido atendiendo todas las emociones que se han ido despertando y trabajando todo aquello que me preocupaba en este camino de la maternidad. Marina es muy cercana, dulce y empática. Te hace sentir muy arropada y sostenida. Es una gran profesional y estoy muy agradecida por tenerla cerca.