07 May Los trastornos psicológicos perinatales, en Plural.
Los transtornos psicológicos en general y en concreto los perinatales siempre (y me atrevo con este dogma del siempre) deberían entenderse en plural.
Nunca hay dos iguales, cuando nos centramos en ítems, nos olvidamos de María, de Idoia o de Joana.
Cada depresión cursa única, incluso en una misma persona puede haber depresiones distintas a lo largo de la vida. Entiendo y trabajo en la psicología con el pensamiento plural. Las taxonomías nos vienen bien en cierta medida, y a la vez hay que tener cuidado con ellas porque pueden limitar mucho el acompañamiento de la persona. Es esencial y urgente ver a la persona en su totalidad, no solo una de las cosas que le pasa.
Paula puede estar viviendo una depresión posparto, pero eso no define quien es ella, como fue su infancia, como es la relación con su pareja, sus amigas o su padre, no determina lo que le gusta a Paula, qué la conmueve, qué le da asco, etc.
En los siguientes días escribiré sobre transtornos de estrés postraumatico, depresiones y psicosis perinatales.
Con este escrito hago un preaviso de que lo que nombre es de manera general, siempre a falta del trabajo concreto y único con cada persona.
Lo que no encaje o lo que no esté, también es, tiene su valor, habla de ti o de esa persona.
A veces las etiquetas, cuando tienen la capacidad de ir y venir y no son fijas ni llevan grapas que duela quitar, pueden ayudar a crear redes de apoyo, aunque a veces sea una red de unas horas o de una mirada.
Me gustaría que el conocimiento de los posibles trastornos perinatales (y el resto) se utilizara como herramienta de unión, de mejora, de acercamiento y no como limitación, reducción y empequeñecimiento.
Siempre hay salud, por pequeños que a veces sea, hay hilos de salud. Y trabajar en pro de la salud no es sólo descartar enfermedades ni tratar sus curas. Es promover la salud como estado original y permanente, aunque en diferentes dosis. Esta es la psicología y medicina que yo quiero e intento ejercer a diario, la que cuida la salud.
Cuando una mujer dice “ Yo sufrí estrés postraumatico tras mi parto” hay otras mujeres que conectan con ella y aun sin conocer los entresijos de su vivencia, hay un dolor que las une. Nadie que haya vivido un TEPT lo pasa bien, aunque luego, pasado el tiempo pueda darle un sentido. Compartir el dolor nos humaniza.
No me gustan y me duelen creencias del tipo: “lo tienes que pasar mal para crecer o avanzar”, “la vida te trae lo que mereces y necesitas”, “tu has llamado a que la vida te traigo eso”. Lo siento, por suerte no somos tan poderosas, con humanas nos basta. Es muy diferente que una vez en tu vida, con eso que viene, puedas accionar diferentes alternativas y entrenar la capacidad de andar varios caminos. Pero no, no tenias que vivir una depresión, ni una violación, ni un maltrato, ni una muerte para crecer o ser mejor.
Desde la psicología perinatal y en concreto en mi trabajo en consulta, acompaño a mujeres que sufren dentro de las vivencias maternales y nunca hay dos iguales, aunque puedan compartir lugares.
Es urgente darle la medida justa a los transtornos mentales perinatales, ni centrarnos sólo en su descarte y prevención, ni quitarles importancia. Para eso es imprescindible escuchar a las mujeres, con una escucha curiosa, abierta y atenta, sin intentar meterla en unas casillas o en un protocolo. Es imprescindible visibilizar la maternidad de manera real, no edulcorada. Es imprescindible invertir en cuidados y que la sociedad reconozca y admire su valor.
Si eres profesional, pregunta y comparte con compañeras de este ambito, intercambiemos, seamos red de verdad.
Si eres una mujer que está sufriendo de este tipo de problemas, pide ayuda, puedes y te mereces vivir con salud y bienestar.
Si eres un familiar, amiga o conocida de alguien que ves en esta situación, reconoce su sufrimiento, hazla sentirse vista y valorada, y ten en cuenta que es necesaria la ayuda profesional.
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